RUTA JAUME I EN TREN TURÍSTICO
Embárcate en un viaje único a bordo de nuestro tren turístico y descubre los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Disfruta de un recorrido cómodo y accesible, mientras una audioguía te cuenta la historia de cada uno de los puntos de interés relacionados con Jaume I.
Ideal para explorar la ciudad en familia o con amigos.
Información Práctica:
- Punto de salida: Plaza de la Hierba
- Fecha: 9 de Octubre
- Horarios: 11h, 13h, 18h, 19h
- Precio: 3€
JAUME I – VIAJE A LA ÉPOCA MEDIEVAL
El 8 de septiembre de 1251, Jaume I otorga carta de población a su lugarteniente, Ximén Pérez de Arenós.
El origen de la ciudad de Castellón se sitúa en el Castell Vell, ubicado en el montículo de la Magdalena, lugar donde existía un primitivo emplazamiento defensivo, conquistado por las tropas de Jaume I en 1233.
El enclave tuvo como primer señor a Nuño Sancho, tío abuelo del monarca, que otorgó una infructuosa carta de población en 1239. Tras el fallecimiento de Nuño Sancho en 1242, el señorío de Castellón pasa a manos del infante Pedro de Portugal, pariente del rey. Hacia 1247, tras las revueltas de Al-Azraq, una buena parte del territorio queda despoblado por las expulsión de los sarracenos sublevados.
La ocupación de los terrenos por parte de los cristianos que residían en la zona origina un conflicto entre Jaume I, que autoriza esta iniciativa, y el infante Pedro, señor del lugar. La solución pasa por la intermediación de la reina Violante que, en sentencuia dictada el 24 de febrero de 1249, da la razón a los nuevos pobladores.
Años más tarde, en 1251, el rey ofrece un nuevo privilegio a su lugarteniente en València, Ximén Pérez de Arenós, firmado en Lleida el 8 de septiembre, por el cual los habitantes del castillo pueden instalarse en la zona llana. Según las crónicas, el tercer domingo de cuaresma del siguiente año, se efectuó el traslado de forma solemne.
A partir de este momento, los nuevos ciudadanos ganan el territorio de la entonces Plana de Burriana en detrimento de los moradores del castillo, que queda pronto deshabitado.
Pedro III, en 1284, concede privilegios a semejanza de los de la ciudad de València.
La propiedad cambia de manos varias veces hasta 1297, fecha en la que Jaume II recupera la posesión para la corona.
Durante la Edad Media, la ciudad es protegida con fosos, murallas y torres que desaparecerán en el siglo XIX.
La ciudad toma partido por el archiduque Carlos en la guerra de Sucesión y es sometida por los ejércitos de Felipe V.
Durante las Guerras Carlistas se mantuvo fiel a Isabel II y fue sitiada en repetidas ocasiones por las tropas del general Cabrera.
La ermita de la Magdalena, el Castell Vell, la basílica del LLedó, la reconstruida concatedral de Santa María y las numerosas ermitas que circundan la ciudad dan testimonio del esplendor de una villa, nacida por intercesión de la mujer del monarca, Violante de Hungría.
En los museos de Bellas Artes y de Etnología descubrirás, además, la riqueza de su historia, de sus costumbres.
Y no olvides que las fiestas de la Magdalena rememoran, de forma lúdica y ceremoniosa, los orígenes y fundación de la ciudad.